Paula Santa Vicente Pérez debe parte de su nombre a su bisabuela, a quien nunca conoció pero que su madre quería profundamente. Nació en Salamanca y allí estudió hasta que sintió el deseo de encontrar independencia y beber té. Vivió el tiempo suficiente en la Isla Esmeralda como para que su familia empezara a llamarla “la irlandesa”. Después volvió a su ciudad natal.
Siente una fuerte conexión con el mar, y cada vez que llega a una costa, esta le pide que se quede. Le gusta el olor a sal y vivir tierra adentro. Siempre viste de color lila, un tono con el que se identifica y convive.
Tiene una hermana gemela que, si escribiera una biografía como esta, no podría mencionar nombres, islas, mares, colores ni animales. Paula escribe, en parte, por eso: para dejar constancia de que, a pesar del parecido físico, son completamente distintas.
Se pueden leer más de sus escritos en el perfil de Instagram @relatos.qwe
Paula Santa hará su residencia durante el mes de agosto del 2025.