El trabajo de Laura Waltsburger se centra en la manera en que las estructuras arquitectónicas reflejan elecciones ideológicas, culturales, políticas y sociales. Esas estructuras diferentes dan forma y moldean a las personas y sus cuerpos, la forma en que viven sus vidas, la forma en que imaginan el mundo. A ella le interesa lo implícito: las cosas que nos parecen tan normales que no les prestamos atención. Para ella, lo mundano es engañoso: parece aburrido e interesante, cuando de hecho contiene nuestras reglas y prejuicios no expresados. Ella cree que para encontrar formas de convivir de manera sostenible, debemos examinar y cuestionar esta normalidad. Lo hace pintando espacios cerrados donde lo familiar se encuentra con lo inquietante.
Laura realiza su residencia en Can Serrat entre mayo y septiembre de 2024.