Su práctica combina las disciplinas de la arquitectura, la pintura y la escritura, y a través de ellas aborda cuestiones como la realidad material, la carga emocional de los espacios y las cosas, y cómo éstas se superponen y combinan.
Como arquitecta, la exploración de ideas a través del dibujo y la pintura siempre ha formado parte de su práctica.
Sin embargo, desde 2020 se ha comprometido con una práctica puramente de artes visuales, aunque todavía le preocupan las ideas relacionadas:
Cuando se diseña un edificio, la atención se centra en la fisicalidad del espacio. En cambio, su práctica artística se interesa por la atmósfera intangible y los sentimientos que la intervención humana, habitacional o de otro tipo, aporta a esos espacios. Me interesa captar lugares y objetos que tengan una resonancia emocional. Pintar estos lugares es tanto un registro del entorno construido, o de la arquitectura interior, como una forma de examinar esa resonancia.
En esta práctica pictórica, le interesa reflexionar sobre distintos enfoques académicos, pero también experienciales, de la visión, examinando temas a nivel micro y macro, moviéndose entre escalas y perspectivas distintas, como cuando se racionaliza el entorno construido. El lienzo se descompone en cuadrículas y líneas de horizonte en tensión con la fluidez y expresividad que permite la pintura.
Banbha hace su residencia en Can Serrat en febrero de 2023.