Nacido en Lausana, Suiza, en 1998, vive y trabaja en Ginebra (CH).
Considera su trabajo como una exploración de las ideas de anclaje y legados culturales, en un contexto de erosión e hibridación de estas nociones. Este interés por los sistemas de pertenencia a las historias plurales, las culturas y, por tanto, las migraciones, va acompañado de un deseo de reinventar los mitos y rituales individuales o colectivos, en una época de globalización, mezcla cultural y declive de los ecosistemas. Su práctica, esencialmente escultórica, muestra una fascinación por los objetos manufacturados, por la arqueología, pero también por la transmisión oral propia de los cuentos y la ficción. Tomando prestadas varias técnicas artesanales, desarrolla entornos habitados, entremezclados con historias, símbolos y metáforas, evocando a veces el folclore, las historias familiares, el espacio doméstico y las construcciones-ruinas.
Pablo es miembro de Collective Disgrace, que cofundo a finales de 2019 con Sophie Conus, Henry Drake e Ilana Winderickx. El proyecto reúne diversas prácticas que van desde la escultura hasta el sonido experimental, la escritura, la cocina y el DJ. Pretende así cuestionar los imaginarios apocalípticos de una época marcada por la desaparición progresiva de una alteridad no humana y los mundos oníricos resultantes. Tomando prestado de lo monstruoso, lo mítico, lo sobrenatural, la ruina o incluso de diversas criaturas y símbolos del progreso, teje ambientes con sonidos chirriantes, cargados de un sentimiento de nostalgia por las cosas nunca vividas, y del miedo que inspira un futuro incierto.
Paralelamente a su obra plástica, desde diciembre de 2019 trabaja en el proyecto LIMBO, un espacio cultural en el barrio de Eaux-Vives de Ginebra. Lugar de intercambio, experimentación y exposiciones, LIMBO pretende pensar y cuestionar la realidad de una ciudad como Ginebra, situada en la encrucijada de culturas, poderes y desafíos del mundo globalizado. Ubicada en una zona cambiante en la frontera entre el centro económico de la ciudad y sus barrios residenciales transfronterizos, LIMBO se ve a sí misma como una plataforma dedicada a los intersticios, los puntos intermedios que habitan las personas, ya sea cultural o geográficamente. En términos más generales, el proyecto pretende hacer visibles y, por lo tanto, marcar y definir los espacios intermedios híbridos del tiempo, el territorio, las culturas, las identidades y las convicciones, al tiempo que reclama y afirma su autonomía.
Pablo Rezzonico estará en residencia en Can Serrat durante los meses de marzo y abril de 2022.